jueves, 24 de noviembre de 2016

Microterapia Empresarial y Alta Performance


Como parece obvio, obtener más resultados con menos inversión de recursos es la primera máxima del Trabajo en Alta Performance. Todo lo que se hace con más recursos de los que serían necesarios se trata de baja performance.

Se puede también contextualizar el prefijo micro yendo más allá de la inmediata economía de recursos. Considerando los efectos colaterales que cualquier intervención puede tener, por más benéficos que sean sus efectos finales, parece evidente que si se reduce el ámbito de la intervención se reduce también el riesgo de efectos colaterales no controlables a corto plazo. Tenemos ejemplos evidentes de técnicas modernas que provienen de contextos tan dispares como la medicina o la guerra: las intervenciones micro-quirúrgicas o los ataques “quirúrgicos”.

Por otro lado, sabemos que cuando un sistema encuentra una estabilidad, aunque sea de forma “enfermiza” o disfuncional – que no produce los resultados deseados y esperados, más bien lo contrario – se resistirá muy fuertemente a su proprio cambio con base en una propiedad inherente a cualquier sistema, que se llama homeostasis.

Siendo así, todas las grandes intervenciones por más bien preparadas y ensayadas que puedan haber sido, son rechazadas, absorbidas o integradas por el sistema mismo sin haber tenido la posibilidad de generar grandes efectos prácticos. Sin embargo, las micro-intervenciones, los pequeños pasos, aplicados con criterio estratégico en el punto de palanca adecuado, han demostrado obtener una mayor eficacia y eficiencia.

Lo que denominamos como “microterapia” se aplica a contextos, obviamente no clínicos, que se encuentran con un bloqueo o problema, originado por razones más o menos relevantes. La característica más perniciosa de estas situaciones es la rápida difusión y reproducción de las formas de actuar menos funcionales, a través del complejo sistema de interacciones humanas de la organización. Paradójicamente y de una forma general, estas acciones disfuncionales se estructuran a partir de intentos que habían sido orientados para la resolución de los problemas.

A semejanza de las conocidas y temidas metástasis que se pueden desarrollar en una grave enfermedad del cuerpo humano, las formas de actuar se pueden difundir por todo el sistema de la organización, de forma aparentemente indetectable. Simplemente se extienden las acciones que se convierten en hábitos y que se van estructurando de una forma cada vez más rígida.

Esta micro-cultura informal del “cómo hacer” puede instalarse de forma estable y generar subsecuentes brotes de intentos de solución redundantes, individuales o de grupo, que, aunque sean movidos por las mejores intenciones, sólo contribuyen a perpetuar la “enfermedad”.

Nuestro cometido es identificar claramente las acciones y las formas de interacción bloqueantes, activando una micro-intervención correctora, que se planifica como una verdadera estrategia estructurada en tácticas bien definidas, a partir de una microestructura de la organización que irá a servir como catalizador para desmontar progresivamente el circulo vicioso establecido.

Los pequeños cambios graduales que se van instalando de forma progresiva, con base en la preparación estratégica bien estructurada, se irán convirtiendo en cambios que asumirán una posterior progresión geométrico-exponencial y conducirán inevitablemente a un cambio definitivo en el sistema de interacciones. Progresivamente, un nuevo equilibrio sano y funcional sustituirá el anterior equilibrio enfermizo y disfuncional sin permitir que se amplifiquen los efectos de los anti-cuerpos, o diciéndolo mejor, los efectos de la resistencia al cambio.

sábado, 20 de febrero de 2016

Libro "Trabajo en Alta Performance" - en la senda de la Escuela de Palo Alto

 Web de Trabajo en Alta Performance


Trabajo en Alta Performance es una metodología avanzada para fijar y alcanzar objetivos, mejorar el rendimiento y superar obstáculos, aplicable a diferentes ámbitos y contextos de la interacción humana. Teniendo como referencia principal los avances científicos impulsados por la conocida Escuela de Palo Alto, este libro puede ser considerado en dos partes fundamentales y complementarias. Inicialmente invita a un recorrido por sus raíces históricas , que van de la antigua sabiduría china hasta la más occidental sabiduría helénica, y por sus bases teóricas como la epistemología Constructivista , la Teoría General de Sistemas y la Pragmática de la Comunicación. Seguidamente el lector podrá beneficiarse de la exposición detallada de un modelo replicable, tan riguroso en su estructura como flexible en su aplicación, compuesto por técnicas y estrategias orientadas a obtener más resultados con menos inversión de recursos, con éxitos comprobados tanto a nivel individual como colectivo.

Web de la editorial Tirant Lo Blanch: Ver extracto del libro

Web de TAP: Más informaciones, cursos y consulta



lunes, 9 de marzo de 2015

Más con menos: Trabajo en Alta Performance


                                                                  “la pluralidad no se debe postular sin necesidad”
Guillermo de Occam
En los últimos días, he tenido que exponer, en múltiples foros, el objetivo de nuestra metodología de trabajo. Por otro lado, he asistido a algún evento social, he participado en la elaboración de un editorial para una revista y en un foro internacional sobre sostenibilidad.
No creo que sea interesante para nadie el relato de mi agenda profesional y social, por sí misma, pero de ella derivan las ideas que componen este post. La semana ha terminado con una reunión de nuestro reducido “comité editorial” sobre el epílogo del libro que estamos terminando sobre Trabajo en Alta Performance. En dicha reunión no he podido alejar de mi mente una sensación de “dejá vue” o quizás sea más correcto decir “ya sentido”.
La guinda del pastel llega junto con la recepción, a través de whatsapp, del artículo semanal de un colega y amigo, intitulado “la fiesta debe continuar”Después de leerlo, una primera vez rápidamente, ya no he tenido más dudas sobre esa sensación que me acompañaba porque dicho artículo también me aportaba una visión crítica sobre la gestión de los recursos. En resumen, creo que lo que casi todos habíamos estado tratando en los foros en que he participado, conversaciones, debates y artículos, se puede resumir en tres palabras: ¡Más con menos!
Una vez más, eché mano de las palabras de Guillermo de Occam para reforzar la idea de que lo que se puede conseguir con poco, inútilmente se hace con mucho.
Más resultados con menos inversión, para mantener la sostenibilidad, aumentando el rendimiento o performance. El esfuerzo no es sinónimo de trabajo y la aplicación indiscriminada de recursos tampoco es sinónimo de rendimiento. A todos nos gustaría que “la fiesta” continuara pero reflexionemos bien sobre cómo la estamos montando. De lo contrario la resaca puede ser insoportable.
Si bien en el artículo que antes refiero, publicado en un medio de comunicación digital, se ironiza al titularlo para después poner el foco en la gestión de nuestros “gobernantes” globales, pretendo enfocarme aquí más en la forma de actuar de cada uno de nosotros y concluir que todos podemos elegir la forma de contribuir a “la fiesta”. Podemos optar por continuar con la utilización de los recursos confiando en que se mantenga su nivel de disponibilidad u optar por su gestión de una forma más responsable y sostenible.
La sostenibilidad no se debe enfocar solamente en términos globales de economía y energía. Al nivel micro, individual o colectivo, existen recursos también finitos como nuestra capacidad y energía intelectual para aguantar la complejidad creciente de las interacciones humanas para desarrollar acciones, superar la resistencia al cambio y bloqueos o limitaciones puntuales de nuestro rendimiento, en situaciones de máxima exigencia.
Proyectos para implementar, conflictos para solucionar, controversias para mediar, mantener la constancia y la determinación para evolucionar son los principales retos de directivos, jefes de equipo o de otros profesionales que necesitan de conseguir más resultados con menos esfuerzo y recursos.
En suma, trabajar en Alta Performance.




lunes, 1 de diciembre de 2014

Pragmática y eficacia comercial

La Pragmática, como disciplina que se interesa por el modo en que el contexto influye y condiciona el lenguaje en relación con el acto de comunicación y las relaciones interpersonales, se aplica a los más diversos ámbitos de la vida.

Para no entrar en el debate de si es o no verdad que cualquier interacción humana tiene un fin más o menos “comercial”, paso a recordar el principal axioma de la pragmática de la comunicación humana, postulado por Paul Watzlawick: “No es posible no comunicar”. De este axioma se infiere que no es posible no influir, ya que cualquier acto de comunicación en presencia de otro no puede dejar de ejercer algún tipo de influencia en su percepción. Seria ya una temeridad arriesgar a defender aquí la inferencia de que la interacción humana es una “venta” constante, pero aquí dejo ese posible devaneo.

Centrándonos más en los aspectos profesionales de nuestra vida, no podemos dejar de constatar que el lenguaje y sus formas de utilización para establecer relaciones funcionales son fundamentales, como afirma S. Gutiérrez Ordóñez en Presentación de la pragmática: "la argumentación constituye una manifestación comunicativa esencial en numerosas actividades de nuestro mundo: la abogacía, la actividad comercial, la política, el discurso científico y académico, el ámbito religioso, el periodismo..."

Sin embargo, se puede pasar de un modo de comunicar basado en la dialéctica hacia otro más dialógico, menos argumentativo, que contempla las perspectivas de ambos los interlocutores y propicia que el acuerdo resulte de un descubrimiento conjunto, a través de la aplicación de técnicas que han de ser aprendidas y entrenadas. El diálogo, del griego dia-logos, es un encuentro de dos inteligencias que buscan una solución para satisfacer una necesidad y no solamente una presentación sucesiva de argumentos que buscan explicitar y establecer la verdad de quien los pronuncia. Parece evidente la fórmula que mejor puede funcionar en la actividad comercial moderna, donde todas las opiniones cuentan pero no “vence” el que mejor argumentación esgrime sino el que mejor persuade.

Y como decía el célebre Pascal: “Uno se persuade más y mejor que encuentra por si mismo que con aquellas que provienen de otros espíritus”. El buen persuasor, por lo tanto, es capaz de ayudar al otro a encontrar sus propias razones, sobre determinado asunto, de una forma rápida, estructurada y eficiente. Para tal están las técnicas y el entrenamiento.

Lejos de pretender formar expertos en áreas de estudio tan complejas, en CASO / Trabajo en Alta Performance hemos decidido poner en marcha un curso que se destina a proporcionar conocimientos avanzados pero operativos, por lo tanto prácticos, a todos los intervinientes en el proceso de venta que pretendan alcanzar o mantener su alta performance. El conocimiento adquirido a través de la aplicación práctica de los conceptos, durante el entrenamiento, es rápidamente transferible a la realidad operativa de los participantes.
Los interesados pueden consultar en: Pragmática de la Venta – nuevos horizontes en eficacia comercial

lunes, 27 de octubre de 2014

Emprender porque sí

running man  Publicado en Linkedin, el 26/10/2014

“Emprender porque sí” es una supuesta razón para emprender, entre otras, con la cual me ha sorprendido un autor, cuyo nombre obviaré, asociándola con algún tipo de “corazonada” atribuible al emprendedor. En los últimos tiempos estamos acostumbrados a leer y escuchar tanto opiniones acertadas como otras “más osadas” como ésta, sobre la actividad emprendedora, sus beneficios, ventajas y la necesidad que la coyuntura económica impone para que cada uno trate de convertir su actual, o potencial, situación de desempleo en autoempleo.

Emprender, creando una situación de autoempleo, puede ser una solución pero no es seguramente la única solución y mucho menos la definitiva.

Se puede entender que la percepción existente de falta de perspectivas profesionales, principalmente para los jóvenes recién formados, esté generando una oferta expansiva de formación dirigida a emprendedores. Sin embargo, debemos reflexionar sobre la eficacia de los resultados de procesos formativos demasiado centrados en el desarrollo de capacidades empresariales y no tanto en las capacidades emprendedoras.

La capacidad emprendedora individual no se agota con la creación de una empresa o con el inicio de una actividad como autónomo. Además, las empresas que están en situación de contratar no están exclusivamente receptivas a personas con formación empresarial sino que valoran mucho más a personas con características emprendedoras, capaces de detectar oportunidades de innovación y dispuestas a impulsar su desarrollo. Cómo refiere Pedro Nueno en “Emprendiendo hacia el 2020”: existe un montón de innovación dentro de las empresas. Lo que ocurre es que no se transforma -deliberadamente- en negocio”.

Por lo tanto, no se trata de formarse para “emprender porque sí” sino de seguir un entrenamiento orientado al desarrollo de las capacidades que favorecen una actitud emprendedora en cualquier actividad laboral que uno desarrolle. Por supuesto no hay que menospreciar los aspectos de la formación técnica empresarial. Si uno quiere convencer a los demás a apostar por su idea, ya sea de nuevo negocio o de innovación, tiene que tener los conocimientos suficientes para al menos elaborar un“business plan” adecuado y, preferentemente, conocer las bases para su ejecución.

Por otro lado, si se trata de fomentar un proyecto e incentivar la participación de otros, sin caer víctima de la frustración por las dificultades iniciales, mantener la constancia y no quedar bloqueado frente a los sucesivos obstáculos que habitualmente surgen como efectos colaterales en el desarrollo de cualquier plan estratégico, ahí sí entran en juego las referidas capacidades emprendedoras, más que cualquier capacidad técnica empresarial.

Comunicar y relacionarse de una forma estratégica, planificada y entrenada, sin confundir espontaneidad con improvisación, en los diferentes niveles de interacción que condicionan las relaciones humanas, es la base de la metodología de Pragmática y Problem Solving (que tiene sus orígenes en la conocida Escuela de Palo Alto) para profesionales que pretenden emprender un recorrido profesional en entornos exigentes, por cuenta propia o ajena. Esto es lo que para nosotros significa trabajo en alta performance.

Con el propósito de transformar las ideas aquí expresadas en hechos, hemos creado un recorrido formativo específico, con apoyo y seguimiento individual durante y después de su realización, cuyo programa se puede consultar y descargar en el siguiente link:

sábado, 19 de julio de 2014

Recuperar el Futuro

“La situación es desesperada pero no es seria”. Esta es una frase aparentemente tan absurda, o más, que el título de este artículo. Sin embargo, es el título original de uno de los libros más brillantes, en mi opinión, de Paul Watzlawick, que se intitula, en español: “El arte de amargarse la vida”.

Según este autor, uno de los más brillantes científicos de la conocida “Escuela de Palo Alto”, de nacionalidad austriaca, esta frase es un proverbio muy antiguo que tiene su origen histórica en la composición del imperio austrohúngaro, cuya complejidad cultural no permitía que siempre se pudiera alcanzar una solución razonable para cualquier problema y el absurdo resultaba, a menudo, ser la única vía de salida.

Se refiere también en el prólogo de este libro que: “desde entonces la máxima condecoración militar se reserva para oficiales que arrebatan la victoria de las garras de una derrota con alguna acción que está en crasa contradicción con el plan general de batalla”.

Creo que, después de esta introducción, no es muy complicado entender que el concepto “absurdo”, aquí utilizado, se refiere a una lógica no tradicional que acaba por no tener nada de realmente absurdo ya que, así como explicamos antes, funciona para resolver problemas y situaciones complejas, en las
cuales la lógica tradicional no funciona.

¿Y qué tipo de situaciones son éstas? Pues se tratan de situaciones que están relacionadas con la “trampa del más de lo mismo”. Y esta trampa se refiere a las situaciones en las cuales nosotros aplicamos siempre el mismo intento de solución, porque alguna vez ha funcionado pero ahora ya no funciona y sólo mantiene o empeora la situación.

Tales situaciones no son fácilmente identificables porque, si así fuera, las personas inteligentes no caerían en esas trampas. Desafortunadamente, no es una cuestión de más o menos inteligencia, sino de una falta de costumbre en la utilización de tales lógicas como la paradoja, la contradicción y la creencia o autoengaño. Estas lógicas forman parte de nuestro cotidiano pero, de una forma general en occidente, no hemos sido educados, formados y mucho menos entrenados para reconocerlas en las situaciones que se nos presentan y utilizarlas en nuestro provecho.

Volviendo al título de este artículo, “recuperar el futuro” es un ejemplo de una frase paradójica, o contradictoria, si se prefiere llamarle así, aunque, desgraciadamente, sea el reflejo de un pensamiento que actualmente es la preocupación principal de muchas personas que entendían o percibían que “tenían un futuro” y que ahora, por razones más o menos obvias, ya no lo “tienen”.

Muy lejos de pretender frivolizar con situaciones graves de desempleo que llevan a la desesperación de algunos y que deben ser tenidas en cuenta con la máxima seriedad, por otro lado hay que considerar que, afortunadamente, existen otras situaciones en las cuales las personas pueden pretender, o al menos intentar, ser protagonistas de su propio futuro. Algunos tienen la solución al alcance de su mano, si consiguen cambiar la perspectiva, vencer la inercia y actuar de forma diferente, pasando de insistir en la idea de buscar un empleo (que quizás les esté haciendo caer en la “trampa del más de lo mismo”), a construir el camino para un posible autoempleo.

Todos sabemos que hablar es fácil y que el papel también lo aguanta todo. No menos verdad es que no existe ningún tipo de recetas para resolver ciertos tipos de problemas o situaciones. ¡Eso está a la vista de todos! Por más consejos motivadores que uno reciba, consideraciones sobre los beneficios de las actitudes positivas a través de charlas magnificas de elocuentes oradores, usualmente poca cosa cambia a nivel de la actuación de las personas. En general las personas entienden estos puntos de vista que se les intenta pasar, consideran los consejos valiosos que han recibido, hasta salen de la charla motivados pero… ¿Qué pasa en el día siguiente con respecto a la acción?

Al frente del equipo de CASO y de “Trabajo en Alta Performance” he podido comprobar, a lo largo de años, la eficacia y la eficiencia de técnicas y estrategias de cambio de perspectiva que inducen a la acción inmediata, con el debido acompañamiento según la necesidad, aplicadas a situaciones personales, o de pequeñas y grandes organizaciones, en las más variadas localizaciones geográficas y ámbitos multiculturales. El denominador común, sin arriesgarme demasiado a ser reduccionista, se puede expresar de la siguiente forma: admitir y aprender a utilizar la lógica no ordinaria + acción inmediata con pequeños pasos.

Lo anterior no es una receta sino una formula simplificada para un proceso de aprendizaje de aplicación de técnicas que no tiene por qué ser de larga duración. Más bien al revés, se pretende y se anima a que el aprendizaje, a través de la acción, empiece en el primer día de entrenamiento y los cambios no tienen por qué tardar en aparecer y en ser percibidos por el protagonista que quiere cambiar su futuro.

Actualmente, nos estamos enfocando cada vez más al área de los emprendedores, o intraemprendedores (cómo es habitual designar aquél que emprende en su actual organización, pasa a la acción usando el potencial de innovación interno y se convierte también en principal protagonista de su futuro).

Programa completo de Alta Performance para emprendedores:http://www.casosl.com/download/alta_performance_emprendedores.pdf

lunes, 26 de mayo de 2014

"Neuro" explotación

Pedro Meireles Sobral

Abusivamente hablando, mis neuronas se interrogan sobre el porqué de la avalancha, aparentemente imparable, de la aplicación (o anteposición) del prefijo “neuro” a un sinfin de designaciones de disciplinas relacionadas con la actividad humana, principalmente en los ámbitos organizativos y empresariales. Este interrogante se aúna a las inquietudes de otros profesionales mucho más instruidos que yo, en esta materia, como es el caso de José E. García-Albea, en cuyo artículo “Usos y abusos de lo «neuro»”, he encontrado una base más científica para mis elucubraciones al respecto.

Obviamente García-Albea no se restringe al ámbito que me atañe, el de las interrelaciones humanas en los ámbitos organizativos y empresariales, sino que refiere en su artículo “… desde la neuroeconomía a la neuromagia, pasando por disciplinas tan dispares como neuromarketing, neuropolítica, neuroética, neurofilosofía, neuroteología, neuropsiquiatría, neurosociología, neuroantropología, neuroastronomía, neurojurisprudencia, neuroestética, neuromúsica y neurogastronomía, y que podría ampliarse fácilmente a otras con incluso algo más de predicamento, como la neuropsicología, la neuropedagogía, la neurolingüística, la neurocomputación o la neuroetología.” A estas designaciones puedo añadir algunas más, incluidas en invitaciones para seminarios, que he recibido en mi propio E-mail a lo largo de los últimos días, tales como: neurocoaching, neuroinfluencia y ”neuroplastic change”.

En el referido artículo se expresa también la justa preocupación de su autor, desde mi punto de vista, sobre la posibilidad de que se produzca  “el efecto ilusorio de que el avance tan espectacular que se ha llevado a cabo en la ‘exploración’ del órgano (el cerebro y el sistema nervioso en general) va a garantizar de modo automático la ‘explicación’ de la función (cualquiera que sea su ámbito de aplicación).”,  y añade:
“El hecho de encontrar el correlato neuronal (en términos de áreas, circuitos o procesos bioquímicos) de una función mental (o de alguna de sus derivadas) se toma como prueba suficiente y definitiva para su explicación, lo que acaba resultando sencillamente abusivo.”
                                                              
Las disciplinas que se ocupan de las diversas funciones y procesos de acción e interacción del ser humano pueden tener carácter más o menos científico, a determinar. Es posible para este fin, como ejemplo, tomar en consideración los criterios de definición de científico, paracientífico y pseudocientífico propuestos por Karl Popper. Sin embargo, la anteposición del prefijo “neuro”, per se, no convierte una disciplina en más o menos científica.

Creo que García-Albea es bastante elocuente cuando escribe: “… parece claro que la contribución de la neurociencia al desarrollo de esas otras disciplinas es más bien nula, no aporta nada sustantivo al conocimiento y explicación de los fenómenos de uno u otro tipo en el ámbito de la psicología, las ciencias sociales o las humanidades.”  Y particularmente brillante cuando ejemplifica,  reforzando su tesis, con la utilización de la siguiente analogía:

“Del mismo modo que para comprobar los usos y funciones de un ordenador tiene poco sentido desmenuzarlo e inspeccionar cada uno de sus componentes físicos (relés, cables, conexiones, materiales conductores, etc.), siendo imprescindible acceder al software, así, para entender lo que es la visión (o el lenguaje, etc.) no se llega muy lejos inspeccionando al detalle todo lo que pasa en el cerebro mientras se realiza la función, sino que es imprescindible descifrar el complejo sistema de procesamiento de información que da cuenta de la propia función y de la posibilidad misma de realizarla.”

El autor, que concluye el supra citado artículo de una forma elegante y respetuosa con las demás disciplinas que se ocupan del estudio de la mente, admitiendo la compatibilidad de la colaboración entre ellas, no se cohíbe en dejar constancia de lo que personalmente interpreto como una importante exhortación:

“En el fondo de todo este asunto es fácil detectar un amago de vuelta al ‘reduccionismo eliminativista’, por el que los fenómenos psicológicos, sociales, religiosos, económicos o de cualquier otro dominio que concierna al ser humano terminarían por ser explicados en términos neurocientíficos. Las disciplinas que tradicionalmente se han ocupado de esos distintos fenómenos (psicología, sociología, antropología, economía, etc.) tendrían así una vigencia transitoria, en espera de que los previsibles avances de la neurociencia nos permitan acabar prescindiendo de ellas.”

Dejando a un lado las consideraciones versadas en el artículo de García-Albea, del cual recomiendo su lectura integral para contextualizar debidamente los extractos del mismo, que he tomado la libertad de reproducir, no puedo dejar de mencionar el punto de vista según el cual enfoco estas cuestiones:

Como estudioso, seguidor y docente del enfoque comunicacional interactivo relativo a los fenómenos del comportamiento humano, postulado y desarrollado por los científicos de la Escuela de Palo Alto, no puedo dejar de referir que dicho enfoque se basa en las manifestaciones observables de las relaciones humanas y no en hipotéticas “entidades” o fenómenos generados exclusivamente en el interior de la mente. Más en general, como escribe Paul Watzlawick en su artículo “Sobre la comunicación humana” (1964), “podemos decir que se trata del estudio de la interacción entre los organismos humanos y su entorno, percibido como realidad y, por tanto, el estudio de sus modelos específicos y de sus experiencias en cuanto seres vivientes en el mundo.” 

Puesto lo anterior, parece fácil entender que, desde este enfoque, y desde el punto de vista de profesionales que lo aplican teniendo como objetivo el Trabajo en Alta Performance, no es fácil quedar indiferente a la creciente tendencia de la utilización del prefijo “neuro” en disciplinas o metodologías que se consideran afines en bases epistemológicas o que hasta reivindican su origen en la prestigiosa cuna  “PaloAltiana”.

Bibliografía:

García-Albea JE. “Usos y abusos de lo ‘neuro’”. Rev Neurol 2011; 52: 577-80.

Nardone; Ray. “Insight may cause blindness and other essays”.  Adriano Salani Editore, 2007